Ensayo Sobre La Vejez

Crecer... crecer hasta el punto de saber que la muerte está próxima. ¿Acaso llegar a la senectud es sinónimo de vivir con miedo? ¿Cómo habríamos de comportarnos sabiendo que no somos eternos y que, ineludiblemente, se nos acaba el camino que, cuando infantes, se nos antojaba ilimitado? ¿Llegará el momento en nuestras vidas donde cada mañana despertemos con el pensamiento de que talvez ese día sea nuestro último?
Es muy, vastamente triste pensar ello. ¿Cuántas veces, cuando jóvenes, nos hemos imaginado viejos? Casi con certeza las contaríamos con los dedos de una mano; mas no es por que lo reprimamos, quiero pensar, sino por que es algo que vemos tan lejano que no vale la pena siquiera imaginarlo. Cuando se es joven, tenemos el tiempo de nuestro lado; mas, ¿qué cuando nos miramos al espejo y vemos que el tiempo mismo a dejado sus sadísticas marcas en nuestra piel, en nuestro rostro? ¿Cuándo es precisamente cuando podríamos decir: "Ya soy viejo"?

Creo yo que el instinto de preservación de la especie humana radica en el temor a vernos solos cuando crecemos... ¿Qué sería de un viejo sin familia? ¿Qué pasa cuando finalmente tus amigos te abandonan y, los pocos que te quedan alrededor, desaparecen o mueren? Supongo que es por ello que constantemente estamos en busca de nuestra pareja ideal; aquella persona con la que podamos estar a su lado los suficientes años para sacudirnos la vanidad y sentirnos acompañados.
Es casi cómico que sintamos lástima o nos burlemos de los que ya han vivido tanto; ora por ser inútiles, ora por no ser actuales; ya por nostálgicos, ya por descuidados... Pero nadie, nadie escapará a ello más que con la muerte. Creo yo que, cuando alguien rebasa cierta edad, el estilo o la filosofía de vida se reduce a algo tan sencillo y tan simple, que pensaríamos que así debimos haber vivido desde siempre; un pensamiento que comienza con la resignación: Resignación a los pensamientos ajenos, a nuestra vanidad y, sobre todo, a nuestros sueños. No nos hacemos ancianos con las arrugas y las canas, sino cuando decidimos matar a nuestros sueños, adaptándonos a un sistema ideado por el hombre mismo; verán, el alma se alimenta de sueños y, cuando dejamos de soñar, el alma deja de crecer y, finalmente, muere, llevándose con ella esa felicidad que tanto brillaba cuando niños.
Y por esto digo que es casi cómico y, talvez por ello Balzac le llamó a sus sincerísimas obras: "La Comedia Humana", pues, cuando somos nuevos en el mundo, tenemos toda clase de ideas para cambiarlo todo y por ello nos tornamos inquietos, mas, al tocar la vejez, nos volvemos tranquilos y sin ilusiones, lo que, no obstante, nos da una paz y una tranquilidad inmensa... Pero, ¿será, acaso, tan grande esa indiferencia senil que nos volvamos indiferentes a la muerte misma?

El tiempo, como bien decía el físico por excelencia, es relativo, mas no sólo en la forma einsteniana de que el espacio-tiempo depende de la velocidad del observador, sino del mismo tiempo transcurrido. ¿A qué nos referimos con ello? Que el tiempo se percibe distintamente a modo de que lo sentimos pasar: Cuando tenemos cinco años, el pasar de un año se nos hace eterno, mientras que un año a una edad avanzada sería cuestión de nada. Es decir, medimos el tiempo en proporción del tiempo que hemos vivido. Cada año qe vivamos lo sentiremos más corto y, talvez de ahí la expresión: La vida es corta. ¿Alguna vez escucharemos esta frase en un niño? Desde luego que no: para él la vida es una eternidad. Podríamos vivir millones de años y, aún así, la vida se nos haría efímera, pues los siglos se convertirían en minutos.
Y debemos aceptar que la vida no es corta, pues hay tiempo suficiente para hacer casi cualquier cosa: "Life is what happens to you while you're busy making other plans", decía Lennon en la canción escrita a su hijo. No, la vida no es corta, pero tampoco sempiterna: No creamos que por ser jóvenes podemos darnos el lujo de pasar veinte años detrás de un escritorio.
La cuestión, entonces, sería: ¿Vivir jóven y lleno de ideas apasionantes, o existir viejo y repleto de una indiferencia pasiva?; ¿Ser o no ser?, como bien escribió el poeta de habla inglesa. Bien, pues supongo que habrá que probar ambas; de cualquier modo, la vida se trata de vivir...

2 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Gracias a tu comentario volví a leer este breve disparate que ya había olvidado... Debo reconocer que me fue bastante útil en este momento de mi vida... Gracias, estimado lector...

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