Un extracto de mi última novela...


"En serio: no creo que seas tonta… De hecho, aunque algunos parezcamos tontos, no lo somos… ¡¿qué de tonto puede haber en el hombre, en un humano?!
En verdad pienso que hasta el más tonto de los hombres tiene cierta inteligencia potencial capaz de engendrar “algo” que logre asombrar al mundo…

Mica, quisiera que pudieras ver esa capacidad humana que no podemos entender y que, no obstante, de alguna manera podemos saber que existe en cada uno de nosotros… Tú no eres solamente lo que crees que eres… No eres ese pedazo de carne estéticamente cuasi-perfecto que se mira en el espejo por las mañanas ni esa persona que los demás creen que eres, pues tú sabes perfectamente que se trata de algo mucho más íntimo y secreto, algo personalísimo… Tú eres más… Mucho más de lo que crees…

No, no eres simplemente esa asombrosa combinación de bioelementos de carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno, ni la mezcla sutilmente ordenada de aminoácidos, proteínas y vitaminas; no eres sólo esa batalla eterna entre razón e instinto, ni eres las emociones acopladas en infinitas combinaciones, ni uno de los sistemas biológicos y complicadísimos que se generan en tu organismo sin que tú puedas percatarte de ello; eres más que cientos de huesos y músculos y más que un complejo mapa de genes que forman facciones únicas para que tú seas original e irrepetible… No, tú eres mucho más…

Tú, eres más que esos centenares de pasos diarios sobre la calle, más que esa elucubración de atavíos que vistes ahora, más que esos infinitos reojos hacia la ciudad, más que esas miles de personas que ves y que jamás conocerás, más que ese despertar para luego dormitar, más que esa rutina en la que te has envuelto, más que esos seres que te aman alrededor tuyo y que, por alguna razón, a veces guardas tu distancia hacia ellos; eres más que esos admiradores de toda la vida a los que jamás muestras interés y que prefieres rechazar o ignorar, más que esa persona que admiras y que se ha convertido en un capricho inalcanzable para ti porque irónicamente aquél te ignora a ti; tu ser va más lejos que una simple razón para vivir contra miles que te acechan para que dejes de luchar por tus sueños; existes más allá de ese estrés que te come lentamente y que crees que algún día podrás combatirle sin abandonar la ciudad; eres más que esas monedas que das al limosnero con la simple finalidad de subirte el ego, más que esas horas gastadas frente al televisor, más que ese libro que nunca has podido terminar de leer, más que una pequeñísima y devaluada y subestimada parte de una especie enorme que ha logrado invenciones y descubrimientos inimaginables, más que una víctima de la corrupción que ha carcomido al sistema y a su gente como una epidemia viral incurable, más que la pretensión de ese orgullo de creerte parte de un país ilusoriamente glorioso cuando sucede una victoria en un partido de la Selección Mexicana de Fútbol…

¡Tú eres muchísimo más que todo esto! ¡Eres…! ¡Eres…! ¡Eres tú y sólo tú… y nadie más!

¡Eres una cosa real y animada, capaz de pensar, escoger y planear tu propio futuro probable y capaz también de resolver problemas inesperados y de sortear obstáculos impredecibles! ¡Incluso  eres poderosa suficiente para moldear y adaptar nuevos sueños a ese gran futuro tuyo que pretende alcanzar el fin perfecto de una vida plena en donde se logren superar angustias y derribar los remordimientos que se hayan aglomerado en tu espalda!

¡Eres una persona! ¡Eres un ser… un individuo!

¡Entiende mi asombro al decirte que TÚ ERES ALGO QUE EXISTE en una esfera actual, vigente, presente y viva de la totalidad que engloba el concepto de espacio-tiempo, y que, aunque seas una partícula minúscula en el universo, desde otro punto de vista ERES DIOS DE TI MISMO, eres creadora suprema de tu propio universo interno… Tú eres la dueña única e inamovible de tu individualidad… Eres emperatriz de esa individualidad, reina de esa persona-personal que se aleja del mundo social-externo para encontrarse a sí misma, conocerse, experimentarse, comprenderse, limitarse, entenderse y, así, elevarse a un cierto grado de paz interior que logre entender, tolerar y superar ese lado bestial que posee nuestra especie… La conquista de esa apacible soledad reflexiva es precisamente la divina y encantadora capacidad del Ser-Humano para encontrar aquella esencia real y verdadera de transformarse en un SER QUE ES HUMANO…

Pero… ¡Ay…! Desgraciadamente para ello es necesario concentrarse en la individualidad y desentenderse lo más posible de la sociedad, y eso es algo que prácticamente nadie está dispuesto a llevar a cabo, pues ello implica deshacerse de todo lujo, de detener ese deseo creciente por las cosas materiales, de arriesgar un estatus socio-económico, de perder probablemente toda amistad, de olvidar aprendizajes adquiridos y rechazar la certeza de todas las leyes y verdades encontradas, de poner en duda al sistema Estatal en general y… en fin, convertirnos en unos rebeldes a los ojos del mundo… Y, francamente, todo esto es un precio demasiado alto a pagar… Tan elevado es dicho costo que, aún yo sabiendo siempre que lo correcto era creer y confiar sólo en mí mismo, nunca fui valiente suficiente para alejarme de las garras del mundo y su gente… Y por ello ahora soy desdichado…

Reconozco mi genialidad, pero le detesto, y no por rechazarle como un gran don, sino por ser una virtud que me hace comprender verdades que, tal vez, no deberían ser reveladas al hombre… al hombre individualista, al hombre reflexivo, al hombre solitario…"