Pasando el CLub de los 27

Un cliente difícil, una ligera gripe que empieza a mostrar sus estragos, una verificación vehicular rechazada que trae como consecuencia el cambio de catalizador del automóvil con un costo aproximado de $1,500 MXN; desvelado y ‘desmañanado’, llego tarde a la oficina, más tarde me dará hambre y cuento con poco efectivo a la mano…
Hoy es mi cumpleaños… Es un mal momento para el día en que uno debe sentirse como el centro de atención de todos… época donde se conjugan ciertas vibras extrañas del Universo y le llenan el alma a uno de una miseria rara… Veintiocho añadas; edad entre la juventud y el ser llamado “señor”. Edad exquisita para morir joven y hermoso, como pensara el “frontman” de The Doors… Dejo atrás el “Club de los 27”; me consuela pensar que he vivido más que grandes íconos: Brian Jones, Jimi Hendrix, Janis Joplin, Jim Morrison, Kurt Cobain y, por supuesto, el maestro Robert Johnson…
Veintiocho años… A esa edad muchos son ya exitosos, famosos o miserables… Yo… Yo sólo soy yo; sigo siendo aquél cualquiera, uno más, un ente caminante, un caminante ilusorio, un ilusorio con un mundo propio, ajeno a todo lo demás y, no obstante… me agrada: Soy yo y nada más; soy yo y nadie más.

Un año más de ver mi propia metamorfosis, mi evolución individual, la maduración de mis pensamientos, la actualización de mi sabiduría hacia la vida; un año más donde el sabor de un estilo propio de vida se añeja y se concentra en una constancia casi imperceptible; un año en que el tiempo pasa cada vez más veloz; ahora las palabras me suenan más profundas que ayer; hoy entiendo más a los demás y me desentiendo de mí mismo, alejando los sueños que, una vez muertos, destruyen el alma y nos hacen viejos.

¿Triste? Mmm… sí, melancólico talvez, pero no es algo que no pueda arreglar un haz solar en el rostro, o un cigarro cubano “Popular” dorado acompañado de un destilado de malta en las rocas; no es algo que un “Rocket Man” de Elton John no pueda alejar con susurros o cosa que no pueda ser olvidada con una buena plática entre un par de amigos.

Siempre sale el sol, siempre habrán soluciones y respuestas; siempre tendré mi música y mis letras; siempre hay un motivo para vivir y disfrutar de un sentimiento de libertad; sólo es cuestión de motivarnos a buscar ese momento. No busques lo que quieres, sino lo que necesitas. Piensa que mañana serás una risa sin razón. Hoy una reflexión, mañana una sonrisa…

Feliz cumpleaños, Pablo Letras; sonríe, alza las comisuras de los labios a la altura de los ojos, pues vivir para poder escribir esto ya es cuestión suficiente para hacerlo. Vive, sonríe, y la vida te sonreirá de vuelta…