Época: 100 años atrás.
Lugar: México
Sin más, el cuento (sacado de mi libro "Cuentos Amexicanados")...
"¡Sólo Queremos Tierras!"
Te digo, Santiago, que ahora nos quieren desarmar... Que dicen que ya todo está en paz; que los Tratados de Ciudad Juárez dicen que debemos dejar las armas... Pero no es tan fácil. El presidente, que ni lo es, pues nomás de suplente está ese pelado, nomás porque el general Díaz ya no está, quiere que entreguemos las armas; dice que la Revolución ya terminó...
Pero eso no es cierto, a mí me lo dijo mi comandante Zapata. El presidente interino, éste que te digo, León de la Barra, nada más quiere que ya no nos rebelemos para que sigan dirigiendo los latifundistas al país... Pero éstos ni aprovechan la tierra, nomás ocupan un pedacito de todo lo que tienen y además nos explotan hasta la muerte...
No, Santiago, te digo, allá en el Norte podrán estar en paz, con su Francisco Villa y su Pascual Orozco, pero acá en el Sur es distinto. Acá queremos ser dueños de la tierra, pues era nuestra antes y nos despojaron para trabajarla con sueldos miserables. Yo ya no quiero ni ver las Tiendas de Raya. Lo que me pagan apenas y me alcanza para alimentarme a mí, pero no a mis hijos. Ya todos les debemos a los ricos, pero la realidad es que ellos nos deben la tierra...
Y así quieren desarmarnos, para que sigamos trabajando igual. Pos no, Santiago, aquí sólo pedimos “Tierra y Libertad”, nosotros vemos por nosotros, así como ellos ven por ellos. Ellos juegan más a la política, con su “Sufragio Efectivo” y “No a la Reelección”. La verdad es que los “antireeleccionistas” sólo quieren poder, y una vez que lo tengan no nos darán la restitución de los ejidos.
Ahora Huerta anda tras nosotros; nos mata, que dizque tenemos que acatar las órdenes del presidente interino. Ya nos quitaron a Yautepec y a Cuautla. A ellos son a los que deberían desarmar. Ellos todavía le son fieles a Porfirio. ¡Ah! pero es necio el presidente. Para mí que ya se volvió de parte de los “científicos”. Ya estando en el poder ya ni le importamos. Pero mi comandante dice que hay que aguantarnos; que sólo así ganaremos la tierra. Él dice que vienen las elecciones y que Madero va a ganarlas. Dice que cuando éste sea presidente que nos va a apoyar, pues nosotros le secundamos el grito de la Revolución. Por eso dice que tenemos que aguantarnos y seguir luchando.
No, Santiago, no podemos dejar que nos desarmen y nos callen. ¿A poco quieres seguir trabajando como burro? No, hay que ser valiente y luchar por nuestros derechos, hermano. Aunque nos maten, nomás pa' que nuestros hijos sean libres y tengan su tierra pa' trabajarla. Zapata dice nos repartirán la tierra, él ya lo está haciendo con los territorios que conquista. Por lo menos, si no alcanza la tierra, nos indemnizarán...
Pero, no es tan fácil. Primero se tiene que destituir a los ricos feudales y a los extranjeros, esos que son dueños del país con sus compañías. Ellos sí tienen máquinas y nosotros no. Pero ellos no se van a dejar, así nomás por que sí… pues no. Ya ves lo que pasó hace cinco años en Cananea y Río Blanco, los mataron a todos como pollos, nomás por protestar tantito. Además, no quiere decir que por que ya se haya embarcado el general Díaz hacia Europa, sus seguidores se fueron también. No, hermano, los “científicos” y “porfiristas” siguen en el poder. Yo digo que a Madero lo van a seducir con eso del poder. Yo digo que Madero no nos va a apoyar... Pero mi general dice otra cosa... Pero hay que tener esperanzas, Santiago...
Órale, pues, hay que ser valientes y seguir luchando por nuestras tierras. Ándale, hermano, apúrate que ya vienen los federales. Vamos a ver si podemos hacerle frente a Huerta. Ándale, Santiago, que la Revolución todavía no termina. Agarra tu rifle y vámonos junto al comandante...
¡Viva la Revolución! ¡Viva México!
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