Querido Santa,
Yo sé que hace mucho no te escribo, y el motivo es porque, no sé realmente cuándo, pero dejé de creer en ti; comencé a dudar de tu existencia y comencé a ver al mundo con ojos humanos, reales y verdaderos, donde la fantasía y la magia no existen. No obstante, creo que nada pierdo en tomarme unos minutos para enviarte esta carta, pues guardo una pequeñísima esperanza de que tal vez, y sólo tal vez, tú existas y, siendo de esa manera, puedas ayudarme a resolver un problema muy grande con el que me enfrento ahora que he crecido…
Para empezar, yo te quiero pedir ser rico... pero no en el sentido en el que el hombre lo entiende; es decir, no te pido tener mucho, sino necesitar poco.
Deseo que, aunque mucha gente me exija madurar, crecer y adaptarme a la sociedad, no permitas jamás que renuncie a mis sueños, pues cada palabra/consejo que escucho de ellos, amedrenta a mis metas y me aleja de quien, creo yo, podría ser una persona enorme...
Permítele a la gente tomarse unos minutos para reflexionar sobre su propia persona; deja que se hagan una pregunta a sí mismos: "¿Qué tan grande es mi objetivo de vida?". Concédeles ampliar sus límites y creer en sus propias capacidades.
Creo que, en realidad, lo que quiero pedirte son los medios necesarios para hacer brillar mi talento e intentar cambiar la ideología del mundo...
Te pido también que quites esa conformidad que lleva de la mano la confianza, pues muchas veces devaluamos la confianza a un nivel en el que la gente confía tanto en alguien, que, en primera, se deja de admirar a la persona confiada y, segunda, existe tanta seguridad de amistad y amor, que pensamos que en cualquier situación se nos debe perdonar una traición...
Inyecta en el humano esa admiración, ese sentimiento que nos permite aprender, día a día, algo de alguien a quien ya conocemos de toda la vida...
Te pido, estimadísimo Santa, que la gente aprenda a no juzgar, aún cuando sea un acto que nos dañe directamente, pues constantemente juzgamos el "qué" y nunca el "porqué" de las cosas... Santa, pienso que para juzgar a alguien tendríamos que haber vivido toda su vida para entender el porqué hace las cosas que hace, y como esto no es posible, jamás tendremos las bases suficientes para hacer justicia en nuestros pensamientos.
¡Ay! Santa, tantas cosas quisiera pedirte... Pero, por el momento limitémonos a estas que menciono... Quisiera rogarte que cambiaras al mundo, su forma de pensar, sus reglas, sus fronteras... A veces siento que el pensamiento del hombre es tan pueril que aún razona como adolescente... Los países parecen niños peleando por la paleta más grande y engañándose a sí mismos... Creo que el hombre debe superarse a sí mismo hasta el punto de entender que sólo podemos lograr cosas imposibles cuando nos ayudamos unos a otros, teniendo una meta en común...
Santa, quítale ese orgullo, ese ego al hombre que le hace pensar como un individualista... Muéstrale que un sistema capitalista (y no quiero sonar a comunista, ni fascista, ni socialista, ni feudalista, etc...) no sirve, pues es una carrera tan personal, que, fuera de ayudar a otros, maquinamos constantemente las formas de manipular, oprimir, chantajear y pisotear...
No soy economista (todavía...), Santa, pero estoy seguro de que, con esta increíble mente que tenemos, no debe sernos tan difícil elaborar algo que no inculque la desconfianza entre la gente...
Y ya... no quiero... bueno, sí quiero seguir, y podría escribir un libro entero, mi querido compañero del Polo Norte, pero no debo más...
Bueno, gracias por prestarme tus ojos unos segundos... ¡Feliz Navidad y paz… sí, mucha paz a los hombres!
Sinceramente creyendo en ti,
Pablo Letras
P.D. Yo sé que no eres ningún Dios para poder arreglar todo esto que te pido, pero, de cualquier modo, casi nunca me traías lo que te pedía en mis cartas cuando yo era pequeño… aunque siempre me sorprendías… Santa, este año, ¡sorpréndeme como nunca!
P.D.2. Si puedes traerme un Hershey de Cookies&Cream, no estaría nada mal... ;)
Pablo Letras les desea unas eximias celebraciones.
Talvez santa no sea real, el polo norte no es su casa, y no es la persona que viste de color rojo que nos trae regalos.... Pero santa, es la representación de la niñez, y la inocencia que todo niño siente....
ResponderEliminarMuy en el fondo, todos deseamos que aquel hombre barrigón de enorme barba y piel blanca sea real, por que muy en el fondo queremos ser capaces de seguir creyendo
Me encanto tu carta