Querido macho…


Hombre, tú que siempre has buscado la aceptación de tus círculos sociales; tú que intentas ser el ‘macho alfa’ entre tus amigos; tú, que tanto crees y sueñas con el éxito; tú que tiendes a ser admirado por todos y, a la vez, sentirte libre; tú que sin una mente femenina peligras de hundirte en vicios, encaminándote hacia la autodestrucción; tú que eres egoísta por naturaleza; tú que tanto ves y analizas; hombre que tanto piensas y reflexionas y te hundes en tu propia imaginación; tú, que aceptas únicamente para ti mismo que eres cuasi-délfico, un ‘homo divinus’ con su ‘divinus nature’; hombre que tan ridículamente desafías la naturaleza del Universo; que tanto tomas a la mujer como un objeto digno de admiración pero, no obstante, como un objeto finalmente; a ti, tengo algo que decirte: no eres más que un macho…

Sí, hombre, te tengo noticias… ¡eres un simple macho buscando ser el líder de la manada!

¿Qué acaso no buscas ser aquél que tenga más derecho sobre los demás? ¿No buscas obligar al débil? ¿Qué no es cierto que quieres ser el primero en hundir tus dientes en la carne de la presa? ¿Es mentira, acaso, que buscas el poder sobre cualquier otra cosa? ¿Será que me equivoco al afirmar que para ti el físico de una mujer pesa muchas veces más que su intelecto, que sus costumbres, que su estatus socio-económico y que su personalidad? ¿Realmente soy un charlatán al decirte que estás condenado a ser perseguido por las fauces del deseo durante toda tu vida?

¡Ah!, pero claro: según tú, tu inteligencia te posiciona sobre todas las bestias de este planeta y, entonces, no te llamas a ti mismo macho, sino hombre… ¡Claro, eres un hombre inteligente! Tan listo eres que ves la muerte como algo trágico y, no obstante, te dedicas a matar y a maltratar a los animales y… ¡al hombre mismo!

Querido ser inteligente, eres más bestia que cualquier otra especie, pues por lo menos los animales y las plantas se cuidan entre sí.
Hombre de lógica irrefutable, eres el único espécimen que tiende a su autodestrucción, ¿o no…?
Hombre que te llamas humano, ¿qué no tiendes a ser menos humano cada día…? ¿Qué no cuando niño creías en un mundo perfecto lleno de imaginación y fantasía…? ¿Qué no hoy ni siquiera confías en la persona que camina a tu lado…? ¿Qué no eres ya corrupto y estás corrompido…?

Querido hombre, perdón, pero debo decirte que eres más macho que cualquier otro ser vivo… ¡Felicidades, machista, ganaste el primer lugar en el mundo… de estupidez!

Querido macho, el día en que aprendas que la especie humana debe tender a la superación y a la evolución de la humanidad en general, y no solamente a la superación y a la evolución hacia ti mismo, entonces, y sólo entonces, podré llamarte hombre… un hombre humano digno de su inteligencia…


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