EL CHÍCHARO MEDIEVAL (cont.)

EL CHÍCHARO MEDIEVAL (tercera parte)

Capítulo Tercero: El Circo

–¡Wow!, qué buena onda eres Petra, o sea, súper amiguis ya, ¿no, o qué?
–¡Obvio, Betts! Vente, deja te enseño nuestra casa que, bueno, o sea, más bien es como un circo, ¿ves?
–O sea, ¿cómo?
–Sí, o sea, haz de cuenta que tenemos como animales y así, y pues así bien padre… Ve, elefantes y changos y una jirafa y así…
–No manches, o sea, qué padre, neta…
–Bueno amiguis, yo ahorita vengo, pero, o sea, como que date una vuelta y así mientras, ¿no?
–Ok…

–Tú debes ser Betty…–¿Quién dijo eso?
–Yo… Me llamo Cris.
–¡Un elefante que habla!
–Estás en una tierra donde no sabes ni cómo llegaste, te encuentras con unas amazonas que no saben ni hablar bien, que tienen un circo por casa y, ¿te asombra que un elefante pueda hablar?
–Mmm…
–No importa, el chiste es que debes alejarte de estas mujeres o pronto te estancarás por siempre aquí como ellas.
–Pero…
–No sé si ya te hayas dado cuenta, pero, cuando estás con ellas, se te pega la forma de ser de cada una, incluso en la forma de hablar, y pronto te acostumbrarás a ellas y no querrás salir de aquí nunca.
–Y, ¿a dónde se supone que tengo que ir entonces?
–Pues, a encontrar tu camino de vuelta a casa…
–Y, ¿cómo hago eso?
–Pues, preguntando, niña… ¿Por qué no buscas a Víctor y averiguas qué es exactamente lo que pasa en este lugar?
–¿Dónde lo encuentro?
–No te será difícil: Es el único que tiene como mascota a un dragón.
–¿Un dragón?
–Y dale con los asombros… Mejor es que te vayas de una vez, antes de que regrese la fresa… digo, la Petra…
–Pero…
–Anda ya, niña, no seas necia…

No entiendo nada… ¿Dónde estoy; qué… qué debo hacer? Pero tiene razón Cris… el elefante, tengo que preguntar cómo regreso a mi casa…

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Comentarios? Por favor...